De acuerdo con los medios locales, funcionarios de la policía rusa habrían confiscado hasta 22 cajeros automáticos de criptomonedas a lo largo de 9 ciudades de la nación. Esto equipos se encontraban localizados en restaurantes, tiendas, bares y centros comerciales.
Según los reportes, esta confiscación se habría llevado a cabo bajo orden de la Oficina del Fiscal General bajo petición del Banco Central de Rusia, y la mayoría de estos cajeros serían dirigidos por la empresa BBFPro.
Asimismo, la Fiscalía estaría interesada en realizar una investigación sobre esta empresa, y los cajeros estarán confiscados por un mínimo de 6 meses.
En este sentido, Artem Bedarev, CEO de la compañía, se quejó del hecho de que los entes reguladores no les comunicaron por ninguna vía sobre el procedimiento previamente, ni los motivos subyacentes a la investigación.
“Nos informaron de forma verbal que nos investigarían por al menos 6 meses y que no nos devolverán los equipos hasta culminado el proceso”, declaró Bedarev, quien además confirmó que la confiscación de los equipos habría sido ordenada por la Fiscalía y el Banco Central.
En este sentido, su abogado declaró que la empresa apelaría esta investigación, debido a que la confiscación de sus equipos representaría un duro golpe para su reputación y les generaría “daños económicos directos.”
“Bajo las leyes actuales no está prohibido comprar criptoactivos. La empresa cumple con todos los requisitos legales, está al día con sus impuestos y cumple con los procedimientos de verificación de identidad. La empresa apelará esta decisión porque esto genera daños económicos directos y mancha nuestra reputación”, declaró Sarkis Darbinyan, abogado de la compañía.
Asimismo, el abogado puntualizó que las autoridades buscarán conocer el funcionamiento de los equipos, así como la forma en la que calculan las tasas de cambio, verificación de identidad y la forma en la que la compañía los opera.
